Este serà el WEBLOG de esta EDICION 2009 de PRIMEROS PASOS. Una herramienta fundamental para seguir el curso. En este espacio virtual encontraras TEXTOS DE APOYO, FICHAS DE LOS CASOS, CONSULTORIO, LIBROS, NOTICIAS, y un largo etc de material para fortalecer todas las actividades.
Lo primero es que nos remitas a formandofamilias@gmail.com la foto de los artistas del curso, los hijos que seràn los protagonistas de las aplicaciones de "Primeros Pasos 2oo9".
Como ya sabes este curso esta estructurado con la metodología propia de los MBA “método del caso” y su pilar imprescindible es este WEBLOG. MAS INFORMACION Marcia Trepp. 72122050

martes, octubre 27

EN 2010 LLEGA A SANTA CRUZ PRIMERAS LETRAS

Terminaron los cursos de 2009 Primero el matrimonio y una nueva edición de Primeros Pasos con gran éxito. Para 2010 A3F sumará una novedad un nuevo curso solicitado por todos Primeras Letras para padres con niños de 4 a 7 años

Con este programa de orientación familiar "Primeras Letras" los padres aprenden a conocer mejor a sus hijos y a conciliar su educación personalizada con las influencias del entorno.

Es ahora el momento de presentar a los hijos ese estilo familiar que cada matrimonio construye, y que ayuda a encauzar sus comportamientos sobre el substrato de las virtudes humanas.


Contenidos:

1. Hacia el uso de la razón.
Características psicológicas según edades.
2. Educar en tiempo de ocio.
Los juegos y el uso de la TV.
3. Superar las crisis.
Pequeños conflictos de crecimiento.
4. Saber mandar, saber obedecer.
El ejercicio de la autoridad.


viernes, septiembre 25

caso 6 De casa al cole


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CASO 5 : Felicidades TONI

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lunes, agosto 31

Orientaciones para superar los celos de los niños


Los celos son conductas que provocan ansiedad. Es un sentimiento que en algún momento de nuestra vida todos sentimos y se produce por una falta de seguridad en uno mismo, o quizás, una baja autoestima.

En el caso de los niños, los celos suelen aparecer con el nacimiento de un nuevo miembro en la familia.

Puede ser que durante el embarazo entienda que va a tener que compartir y cuidar a su nuevo hermanito, pero en muchas ocasiones todo cambia cuando se pasa de imaginarlo a tenerlo en el punto de mira.

Un niño no entiende muy bien el por qué ha de compartir con otro niño, cuando hasta entonces era todo suyo.

Lo que tampoco suelen entender es que ahora sus papás tienen un poquito de menos tiempo para atenderle como antes, debido a la atención que han de propiciar también al bebé. Los niños se sienten menos deseados, menos cuidados, con falta de afecto, aunque no sea así, por supuesto, pero son niños y debemos entenderles.

También es verdad que hay veces que no son los padres los que actúan mal con el niño, si no las personas de fuera. Me explico, antes el niño iba con sus padres de paseo, se encontraban a una vecina y enseguida le decía cosas a él, pero ahora es al contrario, se para con el bebé, al mayor no le dice nada y si lo hace es la típica pregunta”¿te gusta tu bebé?”, o la pregunta para los padres”¿tiene celos?”. Esto último no se debe hacer nunca delante del niño. Ya se ve como una obligación el que el niño tenga que tener celos, y siempre alguien ha de ver un comportamiento así por parte del niño.

Alguna persona muy sabia me dijo alguna vez, pongámonos en su situación. Imaginemos que nuestra pareja de momento tiene otra pareja, y aunque no nos guste no nos queda otra que aprender a vivir con ello e incluso con ella. ¿Cómo nos sentiríamos?,celosas seguramente y lo pasaríamos muy mal. Algo así es lo que les ocurre a los más pequeños y debemos entenderlos.

Hay muchas formas por parte del niño de demostrar sus celos, son todos los comportamientos llamadas de atención, como volver a hacerse pipí, hablar de nuevo como un niño más pequeño, patalear, no hacerle caso al nuevo bebé,…

Como orientaciones para los padres propongo las siguientes:

+ No debemos hablar de los celos a alguien cuando el niño esté presente.

+ No enfadarse con el niño por la conducta que tome.

+ No hacer los padres comparaciones entre los dos hijos delante del niño, le haría sentir peor todavía.

+ Valorar al niño más todavía que antes, pudiendo así aumentar su autoestima y así podrá superar el niño algunas situaciones en las que se encontrara en desventaja.

+ Crear situaciones en las que pueda colaborar él también, por ejemplo, a la hora de cambiar al bebé, de comer, algo en lo que pueda ayudar un poco a mamá y a papá.

+ No dejar al niño de lado en ningún momento, ni siquiera cuando vamos por la calle y se paran solamente con el pequeño.


CASO 4: Nuria aparece en escena

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CASO 3 : tienes que mejorar papá

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lunes, agosto 17

¿Cómo Aprenden los Niños los Malos Hábitos?

¿Cómo Aprenden los Niños los Malos Hábitos? Respeto y otras virtudes


Los niños aprenden mostrándoles acciones, mirando a otros y por medio de prueba y error. El trabajo de padres de familia tiene muchas cosas difíciles de enseñar como: respeto, bondad, integridad, honradez, imparcialidad y responsabilidad. Si usted no enseña a sus hijos estos valores, nadie más lo hará por usted. Si usted toma el tiempo para pensar sobre las cosas que hace y reflexiona sobre sus acciones, usted podría alcanzar la meta del éxito.

Una de las maneras en que los niños aprenden es observando e imitando el comportamiento y acciones de los padres. Los niños desde temprana edad, obtienen un entendimiento claro y concreto sobre lo que es correcto e incorrecto. Ellos aprenden por las cosas que usted como padre aprueba o desaprueba. Aprenden honradez e imparcialidad por medio del estímulo y reconocimiento que usted les provee. Lo que usted hace y la forma en que anima a sus niños los ayudará para saber que hacer y que no hacer.

Empiece a una temprana edad a enseñar a sus niños sobre sus sentimientos, ideas, y opiniones hacia otras personas. Planee tiempo cada día para hablar acerca de todas estas situaciones. Repita los mensajes que usted quiere que sus niños aprendan. Recuerde siempre de reconocer y elogiar acciones de respeto. En privado exprese su decepción y desaprobación cuando su niño muestra falta de respeto. Ayude a sus niños a aprender que toda persona tiene cosas que le gustan y cosas que no le gustan. Enseñe a sus niños a mostrar respeto hacia diferencias y hacia preferencias.

Los niños aprenden a ser bondadosos y compasivos observando a los padres y a otros adultos a comportarse bondadosa y simpáticamente con otras personas. Los niños aprenden a entender los sentimientos y necesidades de otros con el tiempo; observando y aprendiendo a descubrir sus propios sentimientos. Ayude a sus hijos dándoles palabras para nombrar todos aquellos sentimientos que experimentarán, tales como: enojo, tristeza, felicidad o miedo para nombrar algunos. Los niños aprenden a actuar bondadosa y compasivamente cuando pueden poner sus sentimientos de bondad y compasión en acción.

Use historias para ayudar a los niños pequeños a entender el mensaje que usted está tratando de expresar. Cuentos de hadas, historias de personajes e historias religiosas ayudan a los niños a entender las lecciones que usted quiere enseñar. Cuando usted educa la mente del niño, usted también educa su corazón.

Encuentre la manera para que toda su familia ayude a los niños necesitados. Muestre bondad y compasión hacia otras personas en la comunidad, en su vecindario y en el lugar donde usted trabaja.

lunes, agosto 10

CASO 1: "UNA FAMILIA NORMAL"

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CASO 2 "LAS TRES AMIGAS"

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sábado, agosto 1

TEXTOS de APOYO · EDUCACION DE LA VOLUNTAD

La voluntad es como un músculo que se puede atrofiar por falta de uso. Para adquirir los hábitos y las virtudes, se necesita la repetición continua de los actos, aunque haya que realizar un gran esfuerzo para adquirirlos, otro para no perderlos y otro esfuerzo para irlos mejorando.
Hay que acostumbrarse a enseñar a los hijos a que busquen la forma de educar la Voluntad, a que la encuentren, a que la vivan y a que la dominen. Cada vez se aprecia más lo que es una persona reflejado en sus virtudes y valores humanos que en sus títulos y conocimientos.
  • Definición. La Voluntad es una de las potencias o facultades del alma que mueve a hacer o no hacer una cosa y se apoya en la inteligencia para adquirir hábitos y virtudes. Hay quienes tienen lo que se llama una Voluntad de hierro o fuerza de la Voluntad y suelen ser personas que mediante mucho tesón y práctica han conseguido dominar su Voluntad a través de la adquisición de valores, hábitos y virtudes.
    • La virtud de la Voluntad es un hábito operativo bueno, una actitud permanente del alma, no se refiere al cuerpo, no es una costumbre. La virtud de la Voluntad, la de la laboriosidad, la del orden, la de la generosidad son cosas que se deben hacer libremente y por que son buenas. Por ejemplo: Estudiar es bueno por si mismo, no por temor al castigo o por el premio que me han prometido.
    • La falta de carácter conlleva la debilidad o falta de Voluntad, nunca faltan pretextos para no cumplir con las obligaciones. Es mucho más difícil decir no, que decir si, todo depende del grado de dominio de la Voluntad. Todo dependerá del entrenamiento que han dado al espíritu para tener fuerza de Voluntad para no rendirse, ni retroceder ante los retos que la vida nos presenta diariamente.
    • El conformismo es la etapa inicial de la cuesta abajo en la formación de la Voluntad. Hay que fomentar esta virtud para acostumbrarse a decir que no, cuando hay que decirlo, y a decir que si cuando es necesario. Las medias tintas en la definición de las actitudes demuestra una gran falta de entrenamiento en el ejercicio de la Voluntad.
  • Objetivos de los padres.
    • Conseguir que los hijos sean personas de Voluntad fuerte y sana, capaces de querer la verdad, de querer ser personas responsables, querer a los demás, querer estudiar y querer ser constantes, ordenados, obedientes. También deben querer formarse para estar preparados para el día de mañana.
    • Potenciar la autoestima y el optimismo en los hijos para que mejoren como personas. Tienen que esforzarse para que los buenos resultados sean lo normal en la familia y que el futuro sea aquel por el que han luchado y no una consecuencia del azar. Los valores se adquieren dentro de la convivencia familiar. Se educa mejor con mucha constancia y paciencia, ya que todo lo que vale cuesta un gran esfuerzo.
    • Conocer bien a cada hijo para educarlo según convenga a su forma de ser, sus circunstancias y su edad, pues la educación de los padres hacia sus hijos debe ser: Temprana, eficaz, preventiva, basada en el ejemplo, motivada y personalizada. La inteligencia se desarrolla principalmente en el seno familiar, aunque también en la escuela y se desarrolla con mas intensidad dentro de los primeros ocho años.
    • Educar pensando en el futuro, adelantarse y prevenir, mejor que tener que curar. Tienen que fomentar el que adquirieran unos buenos hábitos, que luego se convertirán en virtudes. Es más sencillo adquirir una virtud cuando no existe el vicio. Un hábito bueno no se aprende por azar, se aprende por repetición de actos buenos relacionados. Hay que enseñarles, motivarles y ayudarles a que adquieran hábitos buenos, primero acompañados y posteriormente solos. Si esto se consigue antes de que lleguen los vicios, los hijos quedaran vacunados contra ellos. Potenciar la virtud opuesta al vicio. La mayor parte de los problemas de los hijos se pueden prevenir y los problemas concretos se pueden corregir, si se tiene el ideal de un orden superior.
    • No siempre esta en manos de los padres encontrar la mejor solución a un problema, de ahí que es imprescindible valerse de la experiencia de los profesionales, maestros, amigos o personas que hayan demostrado tener buen criterio. Los medios de comunicación; Prensa, radio, TV, cine, etc. no siempre trasmiten los valores que los padres desean para sus hijos.
    • Más vale un buen ejemplo de los padres que cien de sus palabras. Los padres necesitan una educación continua para irse adaptando constantemente a las circunstancias tan cambiantes de la sociedad. Deben estudiar los valores que les ayuden a mejorar la vida familiar, en la confianza, la intimidad, la colaboración, la comunicación, la unión familiar, etc. para mejorar como personas en un ambiente de libertad y responsabilidad. Si mejoran los padres, mejoraran los hijos. Tienen que esforzarse por mejorar, pues eso es el mejor ejemplo. La educación es un arte, pero todas las artes tienen unas ciencias que las cimientan.
    • Hay que tener la fuerza de Voluntad muy desarrollada para crecerse en los obstáculos e incluso en las cosas pequeñas. Para acostumbrarse a poder decidir voluntariamente en las grandes situaciones.
    • Para que haya confianza con los hijos adolescentes, hay que ganársela desde antes, desde cuando son pequeños, pues es un proceso lento y hay que mantener la constancia. Pero compensa la alegría del deber cumplido.
  • Cuando empezar la educación de la Voluntad.
    • Se debe estimular un valor o una virtud en su periodo más sensitivo. La educación de la Voluntad comienza desde el mismo momento de la concepción, con la adquisición de los hábitos originados por los padres. Al llegar al uso de razón se adquieren las virtudes. La escuela solamente es un complemento de la educación de la familia en el ejercicio de la Voluntad.
    • Desde la gestación hasta los ocho años el enriquecimiento del cerebro es una consecuencia de las conexiones que se efectúan entre las neuronas. A mayor número y mejor calidad de estímulos, mas conexiones entre las neuronas y por lo tanto, mayor enriquecimiento del cerebro. Estas mayores estimulaciones suelen producir hijos más inteligentes y con mejores aptitudes para practicar las virtudes y valores humanos. Los hijos no nacen así, hay que estimularlos para que sean libres y responsables de irse haciendo.
    • Periodos en los que se dan los hábitos o virtudes: El Orden de 1 a 3 años. La Obediencia de 3 a 6 años. La Generosidad de 6 a 9 años. La Laboriosidad de 8 a 12 años. La Solidaridad de 12 a 15 años. La Lealtad de 14 a 18 años. Los hijos necesitan aprender sobre la Puntualidad y el Orden de 6 a 10 años. Puntualidad para: Llegar al colegio, para empezar a estudiar, para bañarse, para ir a la cama, etc. Acostumbrarles a obedecer a la primera. Acostúmbrales a decir siempre la verdad. Acostumbrarles a que el orden debe cumplirlo aunque otros no lo cumplan. Un niño educado en el orden, lo más probable es que le guste ser ordenado. Hay que darle los estímulos necesarios para que sea muy probable que él lo quiera hacer.
    • Existen libros específicos para la educación en cada edad que facilitan el modelo de comparación, ayudan a conocer mejor a cada hijo y enseñan diferentes formas de educar según las edades, características y circunstancias. Siempre es conveniente y necesario tener un modelo de referencia que nos lo pueden dar los libros o los consejeros especializados.
    • En la educación de los hijos se debe considerar la comparación con otros de las mismas edades y circunstancias, según lo menciones los libros o los profesionales: Sus puntos fuertes y débiles. Sus oportunidades de educación y los peligros externos que debo intentar evitarle. Para fortalecer la Voluntad de los hijos, los padres deben fomentarles que realicen actos buenos, aunque sean sencillos, buscando el bien y el hacerlos libremente.
Si quiere mas información sobre el tema francisco@micumbre.com

CUATRO CLAVES PARA QUE TU HIJO SEA FELIZ

Fernando Alberca de Castro (Editorial Almuzara)

Cómo establecer rutinas en la vida diaria de los niños


En respuesta a una PARTICIPANTE en PRIMEROS PASOS que quería más información sobre la educación de los niños y establecer rutinas educativas en los niños. Desde el BLOG le contestamos

En primer lugar, ¿qué se entiende por rutinas?

-Pues son ritmos de actividad o no actividad que se mantienen estables y por lo tanto el niño, una vez que las aprende, las desarrolla diariamente.

-Son adquiridas en el contexto social, no son innatas y por lo tanto los adultos debemos establecérselas para que se conviertan en secuencias temporales en la vida del niño siendo siempre las mismas.

-El niño debe saber en qué momento las desarrollará.

Y ¿por qué son importantes en el desarrollo de nuestro hijo?

-Porque les proporcionan orden y claridad (perciben la realidad como algo estable y no un mundo caótico), les permiten prever y anticipar lo que va a suceder y les permiten diferenciar los distintos momentos del día desarrollando así su capacidad temporal.

-Gracias a ellas el niño irá adquiriendo una serie de hábitos de alimentación, higiene, sueño… que le permitirán convertirse en una persona autónoma e independiente.

-Gran parte de estos hábitos serán de carácter social (ir limpios, bien vestidos…) lo que favorecerá su desarrollo social y emocional, y otros les garantizarán la satisfacción de sus necesidades básicas (sueño, alimentación…).

-Además, mejorarán su salud física (dormirán las horas precisas), se sentirán protegidos por el cuidado que aprecian en sus padres para que aprendan y en definitiva, les proporcionarán seguridad ya que poder controlar lo que sucede a su alrededor les genera tranquilidad.

Ahora que sabemos lo importante que es establecer rutinas en nuestros hijos, vamos a indicar unas pautas para su establecimiento (a ver si sirven de ayuda para todos):

-En primer lugar, las rutinas deben responder a ritmos y necesidades reales del individuo y como padres debemos reflexionar sobre cuáles establecer y desarrollar en una ambiente cálido y afectuoso.

-Hemos de evitar la excesiva división del tiempo (agobiarle todos los momentos) y la rigidez en las mismas, sin olvidar que el niño necesita tiempo para jugar, explorar, divertirse…

-La adopción y desarrollo de determinadas rutinas deben ser compartidas por todos los miembros de la familia, actuando con regularidad y siendo constantes en su desarrollo, dando así ejemplo con nuestra conducta (seguir horas de comida marcadas, de ir a la cama, aunque al niño hay que enseñarle que sus padres no han de seguir su horario de irse a la cama).

-También es muy interesante hacerles partícipes en el establecimiento de sus propias rutinas, ya que así las acatarán de mayor agrado, consiguiendo que entiendan porque se hacen tareas y de este modo, les acostumbramos a razonar.

-Poco a poco, cuando vayan interiorizando la rutina, iremos dejando que ellos mismos la realicen fomentando así su autonomía (no hay que decirles que es hora de comer o de dormir, ellos ya lo sabrán).

¿Qué rutinas debemos establecer?

En un principio son las necesidades biológicas del niño las que marcan los ritmos y frecuencias necesarias para desarrollar una determinada actividad y establecer ciertas rutinas en su vida. Las más significativas son:

-Sobre alimentación: se acordarán unas horas de comida para el desayuno, el almuerzo, la comida y la cena. Hay que procurar en la medida de lo posible que el horario sea respetado y que todos los miembros coman juntos. Que haya tranquilidad, un ambiente agradable, se coma sin prisas y que no haya picoteo antes de estas horas. También fomentaremos en el niño el hábito de comer todo tipo de alimentos, coger adecuadamente los cubiertos, comer con la boca cerrada, sentarse de la forma adecuada… Y procurar que sea una actividad divertida, que el niño no la vea como una obligación.

-Sobre el sueño: es fundamental un buen hábito de sueño pues es una actividad vital para el individuo ya que le permite descansar, relajarse y recuperar fuerzas, tanto en el aspecto físico como en el cognitivo, además de que el crecimiento se produce en las horas de sueño. Así, debemos establecer con el niño una hora para irse a la cama, tanto para la siesta como para la noche, y este horario debe respetarse siempre. Si no tiene sueño pues le contamos un cuento o hablamos de lo que ha hecho durante el día. Si tiene hermanos de edades similares deben acostarse a la misma hora, procurando siempre un ambiente silencioso y relajado.

-A la hora de ir al baño: el control de esfínteres lo irá aprendiendo a lo largo de los primeros años de vida, llevando pañales todo el tiempo hasta que esto ocurra. Cuando su cuerpo vaya madurando a nivel orgánco los padres debemos ayudarle a adquirir este hábito convirtiendo la hora de ir al baño en una rutina agradable y divertida. Debemos tener en cuenta los siguientes aspectos: cuando consideremos que el niño está preparado, lo colocaremos en el orinal en determinados momentos del día, fundamentalmente al levantarse y al acostarse, y siempre ser constantes y respetar estos momentos que deben ser relajados sin presionarle. Tiene que permanecer sentado aunque no haga nada. Cuando lo haya conseguido habrá que reforzarle alabándole. También le inculcaremos otros hábitos como lavarse las manos o limpiarse al terminar. Una vez haya adquirido el hábito, sólo se mantendrá como rutina el momento de levantarse y el de acostarse.

Lo principal en el establecimiento de rutinas es no presionarles, ellos las adquiriran en el momento preciso.