Este serà el WEBLOG de esta EDICION 2009 de PRIMEROS PASOS. Una herramienta fundamental para seguir el curso. En este espacio virtual encontraras TEXTOS DE APOYO, FICHAS DE LOS CASOS, CONSULTORIO, LIBROS, NOTICIAS, y un largo etc de material para fortalecer todas las actividades.
Lo primero es que nos remitas a formandofamilias@gmail.com la foto de los artistas del curso, los hijos que seràn los protagonistas de las aplicaciones de "Primeros Pasos 2oo9".
Como ya sabes este curso esta estructurado con la metodología propia de los MBA “método del caso” y su pilar imprescindible es este WEBLOG. MAS INFORMACION Marcia Trepp. 72122050

sábado, agosto 1

TEXTOS de APOYO · EDUCACION DE LA VOLUNTAD

La voluntad es como un músculo que se puede atrofiar por falta de uso. Para adquirir los hábitos y las virtudes, se necesita la repetición continua de los actos, aunque haya que realizar un gran esfuerzo para adquirirlos, otro para no perderlos y otro esfuerzo para irlos mejorando.
Hay que acostumbrarse a enseñar a los hijos a que busquen la forma de educar la Voluntad, a que la encuentren, a que la vivan y a que la dominen. Cada vez se aprecia más lo que es una persona reflejado en sus virtudes y valores humanos que en sus títulos y conocimientos.
  • Definición. La Voluntad es una de las potencias o facultades del alma que mueve a hacer o no hacer una cosa y se apoya en la inteligencia para adquirir hábitos y virtudes. Hay quienes tienen lo que se llama una Voluntad de hierro o fuerza de la Voluntad y suelen ser personas que mediante mucho tesón y práctica han conseguido dominar su Voluntad a través de la adquisición de valores, hábitos y virtudes.
    • La virtud de la Voluntad es un hábito operativo bueno, una actitud permanente del alma, no se refiere al cuerpo, no es una costumbre. La virtud de la Voluntad, la de la laboriosidad, la del orden, la de la generosidad son cosas que se deben hacer libremente y por que son buenas. Por ejemplo: Estudiar es bueno por si mismo, no por temor al castigo o por el premio que me han prometido.
    • La falta de carácter conlleva la debilidad o falta de Voluntad, nunca faltan pretextos para no cumplir con las obligaciones. Es mucho más difícil decir no, que decir si, todo depende del grado de dominio de la Voluntad. Todo dependerá del entrenamiento que han dado al espíritu para tener fuerza de Voluntad para no rendirse, ni retroceder ante los retos que la vida nos presenta diariamente.
    • El conformismo es la etapa inicial de la cuesta abajo en la formación de la Voluntad. Hay que fomentar esta virtud para acostumbrarse a decir que no, cuando hay que decirlo, y a decir que si cuando es necesario. Las medias tintas en la definición de las actitudes demuestra una gran falta de entrenamiento en el ejercicio de la Voluntad.
  • Objetivos de los padres.
    • Conseguir que los hijos sean personas de Voluntad fuerte y sana, capaces de querer la verdad, de querer ser personas responsables, querer a los demás, querer estudiar y querer ser constantes, ordenados, obedientes. También deben querer formarse para estar preparados para el día de mañana.
    • Potenciar la autoestima y el optimismo en los hijos para que mejoren como personas. Tienen que esforzarse para que los buenos resultados sean lo normal en la familia y que el futuro sea aquel por el que han luchado y no una consecuencia del azar. Los valores se adquieren dentro de la convivencia familiar. Se educa mejor con mucha constancia y paciencia, ya que todo lo que vale cuesta un gran esfuerzo.
    • Conocer bien a cada hijo para educarlo según convenga a su forma de ser, sus circunstancias y su edad, pues la educación de los padres hacia sus hijos debe ser: Temprana, eficaz, preventiva, basada en el ejemplo, motivada y personalizada. La inteligencia se desarrolla principalmente en el seno familiar, aunque también en la escuela y se desarrolla con mas intensidad dentro de los primeros ocho años.
    • Educar pensando en el futuro, adelantarse y prevenir, mejor que tener que curar. Tienen que fomentar el que adquirieran unos buenos hábitos, que luego se convertirán en virtudes. Es más sencillo adquirir una virtud cuando no existe el vicio. Un hábito bueno no se aprende por azar, se aprende por repetición de actos buenos relacionados. Hay que enseñarles, motivarles y ayudarles a que adquieran hábitos buenos, primero acompañados y posteriormente solos. Si esto se consigue antes de que lleguen los vicios, los hijos quedaran vacunados contra ellos. Potenciar la virtud opuesta al vicio. La mayor parte de los problemas de los hijos se pueden prevenir y los problemas concretos se pueden corregir, si se tiene el ideal de un orden superior.
    • No siempre esta en manos de los padres encontrar la mejor solución a un problema, de ahí que es imprescindible valerse de la experiencia de los profesionales, maestros, amigos o personas que hayan demostrado tener buen criterio. Los medios de comunicación; Prensa, radio, TV, cine, etc. no siempre trasmiten los valores que los padres desean para sus hijos.
    • Más vale un buen ejemplo de los padres que cien de sus palabras. Los padres necesitan una educación continua para irse adaptando constantemente a las circunstancias tan cambiantes de la sociedad. Deben estudiar los valores que les ayuden a mejorar la vida familiar, en la confianza, la intimidad, la colaboración, la comunicación, la unión familiar, etc. para mejorar como personas en un ambiente de libertad y responsabilidad. Si mejoran los padres, mejoraran los hijos. Tienen que esforzarse por mejorar, pues eso es el mejor ejemplo. La educación es un arte, pero todas las artes tienen unas ciencias que las cimientan.
    • Hay que tener la fuerza de Voluntad muy desarrollada para crecerse en los obstáculos e incluso en las cosas pequeñas. Para acostumbrarse a poder decidir voluntariamente en las grandes situaciones.
    • Para que haya confianza con los hijos adolescentes, hay que ganársela desde antes, desde cuando son pequeños, pues es un proceso lento y hay que mantener la constancia. Pero compensa la alegría del deber cumplido.
  • Cuando empezar la educación de la Voluntad.
    • Se debe estimular un valor o una virtud en su periodo más sensitivo. La educación de la Voluntad comienza desde el mismo momento de la concepción, con la adquisición de los hábitos originados por los padres. Al llegar al uso de razón se adquieren las virtudes. La escuela solamente es un complemento de la educación de la familia en el ejercicio de la Voluntad.
    • Desde la gestación hasta los ocho años el enriquecimiento del cerebro es una consecuencia de las conexiones que se efectúan entre las neuronas. A mayor número y mejor calidad de estímulos, mas conexiones entre las neuronas y por lo tanto, mayor enriquecimiento del cerebro. Estas mayores estimulaciones suelen producir hijos más inteligentes y con mejores aptitudes para practicar las virtudes y valores humanos. Los hijos no nacen así, hay que estimularlos para que sean libres y responsables de irse haciendo.
    • Periodos en los que se dan los hábitos o virtudes: El Orden de 1 a 3 años. La Obediencia de 3 a 6 años. La Generosidad de 6 a 9 años. La Laboriosidad de 8 a 12 años. La Solidaridad de 12 a 15 años. La Lealtad de 14 a 18 años. Los hijos necesitan aprender sobre la Puntualidad y el Orden de 6 a 10 años. Puntualidad para: Llegar al colegio, para empezar a estudiar, para bañarse, para ir a la cama, etc. Acostumbrarles a obedecer a la primera. Acostúmbrales a decir siempre la verdad. Acostumbrarles a que el orden debe cumplirlo aunque otros no lo cumplan. Un niño educado en el orden, lo más probable es que le guste ser ordenado. Hay que darle los estímulos necesarios para que sea muy probable que él lo quiera hacer.
    • Existen libros específicos para la educación en cada edad que facilitan el modelo de comparación, ayudan a conocer mejor a cada hijo y enseñan diferentes formas de educar según las edades, características y circunstancias. Siempre es conveniente y necesario tener un modelo de referencia que nos lo pueden dar los libros o los consejeros especializados.
    • En la educación de los hijos se debe considerar la comparación con otros de las mismas edades y circunstancias, según lo menciones los libros o los profesionales: Sus puntos fuertes y débiles. Sus oportunidades de educación y los peligros externos que debo intentar evitarle. Para fortalecer la Voluntad de los hijos, los padres deben fomentarles que realicen actos buenos, aunque sean sencillos, buscando el bien y el hacerlos libremente.
Si quiere mas información sobre el tema francisco@micumbre.com